domingo, 21 de febrero de 2016

LA MUSICA Y EL SER HUMANO

La música también tiene una influencia muy positiva en el desarrollo cognitivo humano, en el desarrollo de la capacidad intelectual y hasta en la salud. Algunos estudiosos mencionan que la naturaleza humana dicta las condiciones que ha de tener una secuencia de notas para que la interpretemos como una pieza musical. Es posible que la música remede lejanamente la organización de ritmos internos de nuestro cuerpo, como el latido del corazón, el tempo dela respiración o la sonoridad vocal de las palabras. Todas las manifestaciones musicales del mundo tienen una base emocional común. Por muy diferente que sea su estructura, tonalidad o ritmo, las músicas de todo el mundo comparten una misma línea.

 Algunos estudios demuestran que muchas personas con afecciones de los centros de procesamiento del habla no pierden necesariamente la función musical. El estudio anatómico de cerebros de enfermos fallecidos y las técnicas de neuroimagen han permitido establecer que el conocimiento musical se procesa globalmente en varias partes del cerebro a la vez. 

Sabemos que realizar ejercicios físicos como correr, caminar o saltar aumenta la masa muscular, de igual manera el ejercicio musical estimula el entrenamiento mental.





"CUANDO LAS PALABRAS FALLAN, LA MÚSICA HABLA"

Algunas personas creen que la música es algo sencillo y simple, pero no conocen realmente el impacto que esta podría tener sobre las personas. Hace tiempo atrás se creía que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana. La música tiene la capacidad de representar estados de ánimo y del alma, y no es necesaria la letra para poder percibirlo. Y tiene el poder de transmitir esa emoción o sentimiento a quien escucha la música. Un escritor puede componer una obra musical con un estado de ánimo de tristeza, y cuando otra persona la escuche podrá percibir este mismo sentimiento. Muchas personas menosprecian la cultura musical, pero no saben el impacto que esta podría tener sobre sus vidas, si tan siquiera se tomaran un tiempo para apreciar los sentimiento y emociones que viajan a través de las ondas sonoras. 

"Cuando las palabras fallan, la música habla".


En algún momento de nuestra vida, todos hemos experimentado momentos donde no tenemos palabras para expresar alguna emoción y queremos desahogarnos y sacar todo ese sentimiento que tenemos por dentro. Bueno, para muchos compositores la música es ese desahogo. A través de las canciones y composiciones logran expresar lo que sienten. A veces las palabras no son necesarias, porque a través de melodías se puede transmitir lo que se siente.

Existen diversos estilos musicales, por ejemplo: jazz, rock, pop, salsa, etc. Y cualquier estilo puede influir, dependiendo de su intensidad e intención. La música tiene un gran impacto en nuestro estado de ánimo y puede influenciar en gran manera. Es por ello que debe ser valorada y apreciada. Cada persona tiene una inclinación diferente hacia un estilo musical, no todos tenemos los mismos gustos, y eso es lo que nos hace diferentes.

Existen 3 factores de importancia en la influencia de la música en los seres humanos: Las notas altas, agudas, actúan preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o sopor.
Como factor negativo tenemos el hecho de que el oído es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden dañar, lo mismo que su efecto sobre el sistema nervioso puede provocar cierto descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que se vuelven incontrolados.
Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es más mecánico, por lo que tienen mayor influencia sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones, corazón y abdomen, quizá porque son lugares idóneos para las resonancias. Las notas graves se perciben mal en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es difícil de medir, aunque son capaces de ser audibles en muchos kilómetros. a la redonda. Su efecto mecánico es tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras, terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso en cualquier cuerpo sólido. Terapéuticamente tienden a producir efectos sombríos, visión pesimista del futuro y tranquilidad extrema.
La cadencia de las notas musicales, graves o agudas, es el segundo factor en importancia y así tenemos que, mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos inventan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.
El tercer y último elemento musical es la intensidad, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia quizá aún mayor que las otras dos, a causa de los potentes equipos de sonido. Cualquiera de los otros dos efectos, cadencia o frecuencia, produce efectos mucho menores que la intensidad del volumen, hasta el punto de que una nota o partitura que en sí es tranquilizante puede volverse irritante si el volumen es más alto que lo que esa persona puede soportar.